cuaderno del inconsciente

no voy a leer los poemas de otros ni sus pitos ni sus flautas mudada no te leeré tus versos mi vereda es libre ni te cobraré por escucharte te ves opa tratando de contenerlo todo hambre soy mi propia diosa conquistada al olimpo soy mi propia oscuridad mi sustento mi única calma mi dueña de la tristeza vagante he matado todos los vaticinios predico mi propio destino feroz y solitaria soltera de madre y padre hija ninguna naciente de nadie resplandeciente sombreada inacabada todo

no distingo entre la partida y la huida no recuerdo haber armado valijas que sean  más o menos melancólicas tampoco duró tanto el tiempo de armarse toda la vida

no quiero vivir en ningún lado quiero ser del viento en agosto