no distingo entre la partida y la huida
no recuerdo haber armado valijas
que sean
o
menos
melancólicas
tampoco duró tanto el tiempo de armarse
toda la vida
toda la vida
una ratita viene de visita a la noche ella también merece mi alimento convivimos juntas con cierto recelo tengo que deshacer en mí la idea de lo feo admito que me cuesta me merezco pensar esto? por que estoy siempre moviéndome en la sombra? porque esa luz que brilla es insoportable -la ratita y yo nos parecemos- qué quiero? qué quiero? qué quiero? cual es mi lugar seguro ninguno si el cuerpo solo se afana y se desestabiliza todo lo vivo se mueve y arriesga mi pensamiento me dice conectate conectate sentí profundo hasta el error entrá en contacto con ese dolor amalo y abrazalo porque no hay justicia