cuaderno del inconsciente

abandonar el jardín dejar la impávida siesta de flores y de pajas y salir a la ciudad enorme a garantizarme la circulación con el único propósito de subvertir las ecuaciones o al menos imbatible resistir sabiendo de antemano que toda guerra está perdida y señalar como una novedad aquello que se corre con vida propia alerta de las fauces de la historia

cuanta noche poco desperdigada los amigos son alegres y yo insegura el dinero no llueve y la tarde si extraño a mi padre no por padre sino su voz que es una punción abierta una comezón en la cáscara no habrá más recuerdos en este espacio detendré el tiempo de este territorio haré lo imposible o no haré nada esperaré tranquila vacilante silenciosa inmune desalojada en este corazón de todas las ideas que se me vengan perderé la fuerza aunque me ame y ame desertaré ideológica de la primavera destierro no habrá más arena en este camino de tiempo no arderán los soles ni sacarán y secarán sus llagas no habrá más nada ni mapa que anuncie una estocada recónditas heladas imágenes susurrando sus poemas en las esquinas de la habitación tiemblo pero no suspiro no hay más desafío que el de permanecer austera a la intemperie silenciosa ausente distante presencia de este modo